Debido al deterioro de su estado de salud, el tribunal militar israelí decidió, hoy, 12 de febrero de 2019, dejar en libertad al prisionero Walid Sharaf, de 23 años, de Abu Dis, al este de Jerusalén, luego de ser trasladado al Hospital Asaf Harofeh, la semana pasada. Sharaf fue arrestado por las fuerzas de ocupación en junio de 2018, bajo una orden de detención administrativa de seis meses en su contra. La orden de detención administrativa fue renovada por un mes en diciembre de 2018 y luego, por otros cinco meses a principios de este año. Al mismo tiempo, Sharaf sufrió un grave deterioro en su estado de salud y fue trasladado al Hospital de Ramleh. Según el abogado de Addameer, el tribunal militar decidió ayer aplazar la audiencia sobre la renovación de la detención administrativa de Walid Sharaf, a fin de considerar su expediente médico, antes de que la corte militar decidiera, hoy, su libertad.
Negligencia médica prolongada
La corte militar israelí había fijado la audiencia sobre el arresto de Walid Sharaf el 4 de febrero, alegando que su salud estaba en mejora, mientras que el informe de “Médicos por los Derechos Humanos” confirmó que la condición de Sharaf había empeorado. Tras examinar el expediente médico del prisionero, “Médicos por los Derechos Humanos” confirmó que Sharaf sufre de daños graves en el hígado, exacerbados por falta de tratamiento necesario. Desde su traslado de la prisión de Ofer al hospital de Ramleh el 6 de enero, Sharaf no recibió ningún tratamiento hasta el 25 de enero. Llegando el 30 de enero, cuando Addameer visitó a Sharaf el el hospital de Ramleh, los médicos no habían aún presentado ningún diagnóstico de su condición, lo cual indica una clara negligencia médica por parte de las autoridades de ocupación.
La condición de Walid Sharaf se debe a una rara enfermedad de la piel que lo obliga constantemente a tomar medicamentos. Esto le causó daños en el hígado, que, tras no haber sido tratados propiamente, fueron agravados al punto de ser trasladado al hospital.
Una política sistemática
La fundación Addameer, al mismo tiempo que hace responsables a las autoridades de ocupación israelíes de la salud y la vida de Walid Sharaf, reitera que la continuación de la política sistemática de negligencia médica de los presos y detenidos palestinos constituye una violación de sus derechos fundamentales, protegidos por el derecho internacional humanitario y la ley internacional de derechos humanos. En particular la Cuarta Convención de Ginebra relativa a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, la Declaración Universal Contra la Tortura de 1948, ratificada por el Estado de ocupación Israelí en 1991, las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos de 1955 y el Conjunto de principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención de 1988. Addameer exige a todas las organizaciones internacionales relevantes, especialmente el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que asuman su responsabilidad de garantizar la seguridad de los prisioneros palestinos y su derecho a la atención médica. De igual forma, Addameer llama a la comunidad internacional a que ejerza la debida presión sobre el Estado de ocupación Israeli para que cese su política de negligencia médica contra los presos y detenidos palestinos, y garantice el respeto por su derecho a la atención médica y el acceso al tratamiento.