En el cincuenta aniversario de la ocupación ilegal por parte de Israel de Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y de la franja de Gaza, Israel sigue alterando el estatus legal, la composición demográfica y el carácter de la ciudad de Jerusalén, violando el derecho internacional. El consenso internacional a lo largo de los últimos setenta años ha rechazado cualquier pretensión de Israel de ejercer plena soberanía en Jerusalén, y ha condenado las medidas israelíes que buscaban alterar el carácter de la Ciudad Santa, en cuanto de ninguna manera tienen validez jurídica, como se ha reafirmado en innumerables resoluciones de las Naciones Unidas.[1]

El presidente de los Estados Unidos Donald Trump rompió con el consenso internacional el 6 de diciembre de 2017 cuando reconoció Jerusalén como la capital de Israel y ordenó de mover la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. La declaración del presidente Trump no sólo está en contra del derecho internacional, también intensifica el proceso de anexión ilegal de Jerusalén Este a Israel y de los asentamientos ilegales en la misma ciudad y en sus alrededores. El reconocimiento de Estados Unidos sirve a incentivar a Israel en sus violaciones del derecho internacional en los Territorios Palestinos Ocupados. Justo el mes pasado, el Comité Ministerial para la Legislación Israelí agendó una votación sobre un proyecto de ley para anexionar ilegalmente un gran número de asentamientos israelíes en la periferia de Jerusalén, siguiendo el plan de un “Gran Jerusalén”.[3]

El llamado “Proyecto Gran Jerusalén”, autorizado por el miembro del Likud MK Yoav Kisch, pretende contribuir al plan a largo plazo de Israel de alterar el carácter demográfico de Jerusalén para alcanzar una mayoría del 70% de israelíes judíos contra una minoría del 30% de Palestinos. El proyecto mira a expandir la municipalidad de Jerusalén y a incluir en ella los grandes bloques de asentamientos de Ma’ale Adumim, Giv’at Ze’ev, y Gush Etzion, además de otros más pequeños.

Al mismo tiempo, el proyecto de ley amenaza con aislar los barrios palestinos, incluyendo  Kufr Aqab, Anata, y el campo de refugiados de Shu’fat, de Jerusalén.[4]

El proyecto de ley de Kisch, que ha recibido el pleno apoyo del Primer Ministro Israelí Netanyahu y de otros miembros del Gobierno, es sólo uno de los muchos planes de re-difinir los confines de Jerusalén, de reducir la presencia palestina dentro de la ciudad, y de englobar a más de 150.000 colonos israelíes dentro de los límites de la ciudad. Otro proyecto de ley, que pretende modificar por segunda vez la Ley Básica de Jerusalén, empezó el proceso de segunda y tercera lectura en la Knesset el lunes 11 de diciembre de 2017.[5] La última enmienda a la Ley Básica en Jerusalén se aprobó en 1980 y fue criticada “de la manera más dura” por el Consejo de Seguridad de la ONU, que llamó a que “aquellos Estados que haya establecido una misión diplomática en Jerusalén las retiren de la Ciudad Santa”.[6]

Como consecuencia directa de la presión de Estados Unidos, el Comité Ministerial de la Knesset pospuso el voto sobre el “Proyecto Gran Jerusalén” a finales de octubre 2017.[7] En cualquier caso, visto el cambio sin precedentes en la política de Estados Unidos al reconocer Jerusalén como capital de Israel esta semana, el PHROC está profundamente preocupado que el “Proyecto Gran Jerusalén” sea puesto de nuevo en agenda. De hecho, la promulgación de la legislación israelí que mira a legitimar la expansión de los asentamientos y a confiscar tierras palestinas se basa en la creación de hechos reales en el terreno que podría volverse irreversibles, asegurando de esta manera la anexión, la colonización y la discriminación racial de facto de Israel contra el pueblo Palestino.

El reconocimiento de Estados Unidos de la soberanía israelí en Jerusalén, incluyendo también a Jerusalén Este y a los asentamientos presentes en ella, debe ser condenado por la comunidad internacional, incluyendo a los Estados Miembros de la Unión Europea, cuya obligación no es de reconocer legalmente cualquier cambio en el estatus legal de Jerusalén, sino de cooperar para llevar a su fin las violaciones del derecho internacional, inclusas las infracciones más graves, cometidas en los Territorios Ocupados. La inacción del UE sólo aumentará la impunidad de Israel y equivaldrá a un consentimiento silencioso de la política israelí de asentamientos en acto y de la negación del derecho de autodeterminación y de plena y permanente soberanía de los palestinos.

A la luz de los recientes acontecimientos, el PHROC llama a los Estados Miembros de la UE a cumplir con sus obligaciones según el derecho internacional no reconociendo como legal cualquier intento de cambiar el carácter, el estatus legal y la composición demográfica de la ciudad de Jerusalén; no prestando alguna ayuda o apoyo en el mantenimiento de la política ilegal israelí de asentamientos; y cooperando para llevar a su fin la ocupación israelí que duró 50 años. Finalmente, la UE debe actuar de manera clara y decisiva y ejercer una presión real a Israel para asegurar el respeto del derecho internacional en los Territorios Ocupados.

 

 

[1] Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU (1967), UN Doc S/RES/242 (1967), párrafo1(i); Resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU(1980), UN Doc S/RES/478 (1980), párrafo 3; Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU(2016), UN Doc S/RES/2334 (2016), párrafos 1-3.

 

[2] Artículo 41(2), Draft articles on the Responsibility of States for Internationally Wrongful Acts (2001).

 

[3] El borrador de propuesta para la Ley de “Jerusalén y sus hijas”-2017 [5778] (P/20/4109), fue presentado por  MK Yoav Kisch en la Knesset para su discusión preliminar en marzo de 2017. Se puede encontrar en la página oficial de la Knesset:

http://main.knesset.gov.il/Activity/Legislation/Laws/Pages/LawBill.aspx?t=lawsuggestionssearch&lawitemid=2013191.

 

[4] El borrador de propuesta para la Ley de “Jerusalén y sus hijas”-2017 [5778] (P/20/4109) pide la creación de consejos en el campo de refugiados de Shu’fat, KufrAqab, y Anata. Estos consejos “serán elegidos por los residentes en el momento de las elecciones municipales de Jerusalén [y] tendrán las competencias y los poderes determinados por el Ministro con la aprobación del Comité para los Asuntos Internos y Ambientales de la Knesset”.

 

[5] El “Proyecto de Ley Básica: Jerusalén, Capital de Israel” Enmienda n.2 – Mayoría Absoluta (P/20/4346) propone “que cualquier cambio en el área de Jerusalén y cualquier cambio en la cláusula que previene la transferencia de competencias relacionadas con Jerusalén a un cuerpo extranjero requerirá una mayoría absoluta de 80 miembros de la Knesset”.

 

[6] Resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU (1980), UN Doc S/RES/478 (1980), párrafos 1 and 5(b).

 

[7] Jeffrey Heller, “U.S. pressure delays Israel’s ‘Greater Jerusalem’ bill: legislator” (29 October 2017), disponible en:

https://www.reuters.com/article/us-israel-palestinians-settlement/u-s-pressure-delays-israels-greater-jerusalem-bill-legislator-idUSKBN1CY0CB.