En el Día Internacional del Niño, las fuerzas israelíes mantienen encarcelados aproximadamente a 400 niños palestinos, algunos no superan los 12 años de edad, en prisiones y en centros de detención israelíes. Las fuerzas de la ocupación arrestan a más de 700 niños cada año. A algunos de estos menores les detienen bajo detención administrativa sin que se celebre ningún juicio que les inculpe o sin acusarles de representar una amenaza real para la seguridad.
El maltrato infligido por Israel a los niños palestinos detenidos es sistemático y generalizado. La organización Defence for Children International Palestine (DCIP) ha compilado datos desde enero a junio de 2015 en los que se muestra que el 86% de los niños palestinos han sido víctimas de alguna forma de violencia física tras ser arrestados. Los interrogadores israelíes también se aprovechan de su posición para abusar, amenazar y recurrir a la detención en aislamiento para coaccionar a estos menores a que confiesen. En la mayoría de estos casos, las autoridades israelíes privaron a los niños de asesoramiento legal y no les informaron debidamente de sus derechos.
Desde octubre de 2015, se estima que las autoridades israelíes han detenido bajo detención administrativa a unos 20 menores. Se basan en la Ley de Emergencias que autoriza la detención administrativa en Jerusalén. En la Cisjordania ocupada, donde la ley militar se aplica solo a los palestinos, la orden militar israelí 1651 permite la detención administrativa por un período máximo de seis meses, aunque sujeta a renovaciones indefinidas.
Un proyecto de ley, aprobado por el parlamento israelí, permite penas de privación de libertad para menores, aunque no superen los 12 años de edad, condenados por delitos de “nacionalismo”. Para los niños de menos de 14 años, el cumplimiento de la sentencia podría aplazarse hasta que alcanzaran esta edad. Este proyecto de ley se presentó después de que la Fiscalía israelí acusara a Ahmad Manasrah, de 13 años de edad, por un presunto ataque con un cuchillo en Jerusalén Este en octubre de 2015. Fue condenado a 12 años de prisión. Antes de este caso, el código penal israelí prohibía las penas de privación de libertad para los menores de 14 años en favor de la rehabilitación y la reintegración.
Además de este proyecto de ley, el parlamento israelí aprobó una serie de enmiendas del código penal y de la legislación referente a los menores. Han impuesto una pena de 10 años de prisión por lanzar piedras u otros objetos a vehículos en movimiento pudiendo poner en peligro a los pasajeros y/o causar daños. Los condenados por tirar piedras con la intención de herir a otros podrían ser sentenciados al doble de años de prisión.
El parlamento israelí también enmendó la ley referente a los beneficios sociales para poder privar a los menores acusados de delitos “nacionalistas” y de “actividades terroristas” de las prestaciones sociales durante su encarcelamiento. Además, permite a los tribunales israelíes de menores a imponer multas de hasta 10.000 NIS (2.580$) a sus familias.
Las ejecuciones extrajudiciales de niños palestinos han aumentado de forma verdaderamente alarmante desde octubre de 2015. Varios menores palestinos han muerto por disparos de los soldados y policías israelíes y ni se han realizado las investigaciones pertinentes de los hechos ni autopsias forenses. Un caso de esto es Mu'taz Ewisat, un niño palestino de 16 años de Jerusalén que fue disparado por la policía israelí el 17 de octubre de 2015. Murió y su cuerpo sin vida estuvo retenido por la policía israelí durante varios meses.