El sábado 25 de enero de 2025, las fuerzas de la ocupación israelí liberaron a 200 prisioneros palestinos. Esta actuación es parte de la primera fase (en este caso, la segunda tanda) establecida en el acuerdo de intercambio de prisioneros. En dicho acuerdo se anunciaba la puesta en libertad de: 107 prisioneros palestinos de Cisjordania y Jerusalén sentenciados a cadena perpetua y a penas elevadas, 20 prisioneros de la Franja de Gaza y de dos prisioneros del interior de los territorios ocupados de 1948. Además, 71 prisioneros, también condenados a cadena perpetua, que han sido exiliados a la fuerza a Egipto.
Es importante destacar que la mayoría de las personas puestas ahora en libertad fueron detenidas durante la Segunda Intifada (2000/2005) y condenas con sentencias arbitrarias decretadas por los tribunales militares de la ocupación. Desde el inicio, las autoridades de la ocupación han vulnerado sistemáticamente las garantías para un juicio justo; en particular, a los procedimientos previos a llegar a juicio. Las órdenes militares impuestas por las autoridades israelíes permiten privar a las personas detenidas de tener contacto con su abogado y recibir asesoramiento legal. Estas órdenes son especialmente recurrentes durante el período en que la persona detenida está sometida a interrogatorio. Esta prohibición puede extenderse durante meses y se utiliza para obstaculizar la preparación de la defensa de la persona detenida a la vez que para ocultar los crímenes de la ocupación, como la tortura y los malos tratos practicados contra las personas detenidas durante los interrogatorios.