Último arresto
El profesor de colegio, Mohammad Sihwail, fue arrestado por novena vez el 27 de agosto de 2017 en el checkpoint de Atara, cuando volvía a su pueblo de A´bouin en Ramallah. Ese día Mohammad tenía una cita médica. Tras su detención, estuvo varios días siendo interrogado, después de lo cual se expidió una orden de detención administrativa desde el día de su arresto.
Arrestos anteriores
Antes de esta detención, Mohammad ha sido arrestado ocho veces más, siete de las cuales fue condenado con cargos y una de ellas estuvo bajo detención administrativa. Todos estos arrestos se produjeron antes del 2010.
Estado de salud
El estado de salud de Mohammad es crítico. Sufre diferentes afecciones, entre ellas un asma severo desde que era pequeño, por lo que necesita tratamiento diario.
Además, en 2013, le detectaron una enfermedad de piel rara y complicada. Al principio, los médicos pensaron que podía tener cáncer y comenzaron con la quimioterapia. Sin embargo, durante el tratamiento, Mohammad tuvo una cita con el médico en el hospital Hadasa de Jerusalén en la que descubrieron que no tenía cáncer sino una enfermedad de la piel rara que le causaba una erupción cutánea con picor en sus genitales. El tratamiento incluye pastillas, pomadas y medicación intravenosa. Poco después, le prohibieron entrar a Jerusalén, lo que complicó aún más la situación. La erupción se extendió por todo su cuerpo y los médicos de Cisjordania le trataron con cortisona, lo que hizo que engordara 25 kilos.
Su estado de salud empeoró tras su arresto, ya que le restringieron severamente el acceso a sus medicamentos. Además, desarrolló problemas estomacales. Le llevaron a varios hospitales y finalmente le volvieron a prescribir los medicamentos que estaba tomando antes de ser arrestado. Ahora, Mohammad toma 14 pastillas diferentes todos los días. Su estado de salud, lejos de mejorar, está empeorando.
Uno de los factores que está afectando de manera negativa a la salud de Mohammad en prisión son los traslados. Cada vez que tiene una cita con el médico le transportan en lo que se conoce como “al-Bosta”, un contenedor de metal adherido a la parte trasera del vehículo que está generalmente a la intemperie. Es extremadamente frío en invierno y caluroso en verano. Muchas veces el traslado desde la prisión de al-Naqab al hospital de Asqalan en Ramallah puede llevar varios días.
La detención administrativa y el boicot en los Tribunales Militares
La orden de detención administrativa de Mohammad se expidió el 28 de agosto de 2017. Duraba cuatro meses y expiraba en diciembre de 2017. Sin embargo, la orden fue renovada durante cuatro meses más, hasta abril de 2018. La orden fue renovada otra segunda vez, desde el 27 de abril de 2018 hasta el 26 de agosto de 2018.
Es importante destacar que Mohammad, como muchos otros detenidos administrativos, está haciendo boicot a los tribunales militares. Forma parte de la acción colectiva que están llevando a cabo los detenidos para limitar y acabar con la política de detención administrativa.
Análisis legal
En los territorios ocupados de Cisjordania, el ejército israelí está autorizado a expedir una orden de detención administrativa contra civiles palestinos basándose en la Orden Militar 1651. Esta orden otorga el poder a los comandantes militares para detener a un individuo por un período de seis meses, que se puede renovar indefinidamente si existen “motivos suficientes para presuponer que la seguridad del área y la seguridad pública requieren la detención”. En el día en el que la orden expira o justo antes de que lo haga, frecuentemente se renueva. Este proceso puede continuar indefinidamente.
Esta práctica de detención administrativa constituye una grave violación del derecho internacional y de los estándares de los derechos humanos, en especial del artículo 78 y 72 de la Cuarta Convención de Ginebra que estipula que los individuos acusados tienen el derecho a defenderse. El proceso también viola el artículo 66 de la mencionada convención a las normas de un juicio justo.
Addameer sostiene que la detención de Sihwail viola los estándares internacionales a un juicio justo ya que las órdenes se basan en información secreta. Como resultado de que la información sea “secreta”, el representante legal de Mohammad no puede abordar plenamente los argumentos esgrimidos por la fiscalía en referencia a que supone una “amenaza para la seguridad”. Además, es muy difícil creer que, una persona que presenta un estado de salud tan complicado y necesita un tratamiento constante, represente una amenaza para la seguridad del estado ocupante.
La salud de Mohammad es extremadamente crítica. Cuanto más tiempo pase en prisión, más se verán agravadas sus condiciones de salud previas a estar en prisión.